lunes, 14 de julio de 2014

Bajo tu ventana


















Cada tarde
por la vereda larga del sol ya malherido

en ese exacto momento
entre el último pájaro-trino
y el primer lucero-grillo

traeré mis sombras
mis ojos de mar nocturno
y mis manos azules
de tu ausencia iluminadas
aquí mismo
bajo tu ventana

Encenderé de a una
quedamente
docenas de palabras

y en ese altar de prieta poesía
cada sirio murmuroso repetirá
todos tus nombres
desde siempre

No serán ígneas palabras
como sarmientos en la noche de San Juan

sino palabras de arder en los huesos
con esa llama oscura
del en-amorado
que asolado
espera
en su porfía



[plegaria:
recuérdame paloma de mar nocturno
mis ojos, azules mis manos aquí mismo
bajo tu ventana de tu ausencia iluminada]

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